miércoles, 2 de marzo de 2011

Lo que es correcto... O lo que se supone que lo es

Muchas veces me he puesto a pensar acerca de lo que nos dicen, pensamos o suponemos que es lo correcto, es sin duda una lista casi interminable de normas de convivencia o justicia y que no necesariamente tiene alcance universal, ya sabemos muy bien eso de las costumbres de cada región o cultura, lo que aquí parece estar bien quizás en el lejano oriente no lo es y viceversa, pero en realidad ¿quién dicta lo que es correcto o no? ¿Puede nuestra conciencia jugar un papel importante al respecto? Si es así entonces para depender de la conciencia necesitaríamos saber cómo es que funciona, cómo se forma, pero eso lo dejaremos para una siguiente intervención.

¿Lo correcto es lo justo? ¿Lo justo para quién? ¿Es lo que debe ser? ¿En qué se basa el deber ser? ¿Hacer el bien es lo correcto? ¿Lo que está bien para ti lo será para mí? ¿La forma como nos alimentamos es la correcta? ¿Tratamos al planeta que nos da lo necesario para la vida como debe ser? ¿Cómo nos comportamos?

Vamos conduciendo nuestro vehículo y alguien intenta sacarnos del camino de forma estrepitosa y temeraria, ¿es correcta su actitud? ¿Cuál debería ser la nuestra? Acción y reacción: ¿nos dejamos llevar por el instinto de supervivencia?

Estamos haciendo una cola y alguien pasa por delante de nosotros sin sentir el menor remordimiento al respecto; o dejamos la basura en un sitio que no es el indicado para ello; o pagamos para hacer un trámite gubernamental que en realidad es gratuito, o por una infracción cometida para evitar la multa; o nos pasamos un semáforo en rojo… ¿Será que todas estas cosas se las inventó alguien que no sabe nada acerca de la naturaleza humana? ¿Cómo seríamos si las reglas fuesen distintas? ¿O cómo nos comportaríamos si no hubiese ninguna regla que nos dijera lo que es correcto y lo que no?

Ahora que escribí esto recordé que Mace nos hablará en una futura entrega acerca de la ética, lo correcto quizás se asemeja a lo ético hasta cierto punto pero ya se encargará ella de darnos su punto de vista al respecto.

¿Qué es lo correcto para ti? ¿De dónde sacamos esos principios? ¿Cuántos de ellos provienen de la religión? ¿Qué poder tiene la religión para decirnos lo que es correcto? ¿Por qué todas reclaman la suya como la verdad única y sus designios lo correcto? ¿Cuál forma de gobierno es la correcta? ¿Casarse es lo correcto? ¿Tener hijos es lo correcto? Bueno, al menos es lo que nos dice la sociedad cada vez que tiene la oportunidad para hacerlo, es fácil comprobarlo, pregúntenle a cualquier integrante de su familia, será capaz de indicarle inclusive hasta el número de hijos que deberías tener, cuál sexo primero y si eres muy permisivo el nombre de cada uno de tus hijos. ¿Es lo correcto?

¿Cuál es el objeto de nuestra experiencia humana? Puede que de ahí surjan algunas ideas acerca de lo que es correcto. Por ejemplo, si alguien piensa que su vida consiste en hacer el mal a todos entonces para esa persona robar, mentir y joder a cuantos estén a su alcance es lo correcto, ¿no les parece? Por el contrario si una persona considera que su experiencia humana tiene como propósito servir a los demás quizás consiga que robar, mentir y joder no forman parte de su lista. ¿Y entonces cómo es este rollo? ¿Por eso es que nos encontramos con normas impuestas por gobiernos, religiones, instituciones, sociedad para homogeneizarnos? Sin normas la experiencia humana sería tan igual al mundo animal donde el más fuerte prevalece y se impone. Nosotros a ratos lo hacemos de la misma manera o aplicada en un sentido en que no se compromete la existencia del afectado, pero aflora el instinto.

Seres pensantes en un cuerpo humano cuya concepción está programada por naturaleza para su propia supervivencia. ¿Quién eres tú para decirme lo que es correcto? ¿Quién soy yo para pensar que algo lo es?

martes, 1 de marzo de 2011

Aptitud... Actitud...

Aptitud y actitud... dos conceptos que muchas veces la gente no sabe diferenciar...

Están muy relacionados uno con el otro?... somos todos aptos para lo mismo? tenemos la misma actitud frente a los acontecimientos de nuestro día a día?

Aptitud, definida como el carácter o conjunto de condiciones que hacen a una persona especialmente idónea para una función determinada. Capacidad de una persona para realizar adecuadamente una tarea.

Actitud, forma de actuar de una persona, el comportamiento que emplea un individuo para hacer las cosas. Puede considerarse como cierta forma de motivación social -de carácter, por tanto, secundario, frente a la motivación biológica, de tipo primario- que impulsa y orienta la acción hacia determinados objetivos y metas.

Somos todos aptos para todas las funciones? Quizás no. Puede que una persona de baja estatura (como yo!) no sea realmente “apto” para jugar básquet, pero quizás con la “actitud” adecuada puede llegar a ser un buen basquetbolista a pesar de su baja estatura… claro está, es posible que no sea la estrella del equipo, o no logre encestar, pero seguramente será una pieza clave para llevar el balón de un lado a otro y hacer los pases adecuados para que otro jugador, con mas “aptitud” por ser más alto, complete la jugada y anote los puntos…

Si, muchas veces en nuestras vidas todo es cuestión de “actitud”. Nosotros escogemos cómo sentirnos, somos capaces de decidir si algo nos afecta o no. Seguramente algunos pensarán que es muy fácil decirlo, que hay que estar en los zapatos de quien vive una situación para saber cómo reaccionar o qué se siente, y esto también es cierto, pero definitivamente nosotros decidimos qué tanto puede o no afectarnos esa determinada situación, todo es cuestión de “actitud”!

Los gallos, luego de participar en una pelea, aún después de haber sido desplumados, aporreados y arrastrados, caminan con su cuerpo erguido y la cabeza en alto. Entonces, si ellos que son animales y no tienen conciencia pueden levantarse y seguir de pie con una excelente actitud, por qué nosotros no lo hacemos? No hay que dejar que las dificultades nos venzan, nosotros podemos decidir qué actitud tomar ante la vida, en nuestro trabajo, en nuestro hogar, en la calle… es como ese dicho que dice que si algo no tiene solución, por qué preocuparse? Y si la tiene, por qué preocuparse?

No hay que dejar que nuestra falta de aptitud para algo afecte nuestra actitud. No todos somos aptos para todo, pero la actitud positiva siempre nos ayudará a lograr lo que nos propongamos… Así que a ser felices! A demostrarle al mundo que la actitud puede más que la aptitud!, si creemos que no somos aptos para algo, probemos cambiando un poco nuestra actitud a ver si logramos alcanzar una meta o un sueño que creemos imposible ;) además que nos ayuda a ser más felices, más sanos espiritualmente y simplemente le regalamos una sonrisa a la vida!

Levantemos la cabeza, caminemos erguidos y a recordar que nuestra actitud debe ser siempre positiva! :)