viernes, 11 de febrero de 2011

Costumbre...

El lunes en mi clase de yoga, mirando el cielo estrellado (sip mis clases son al aire libre!! No tienen  precio) cuando iba a comenzar la meditación final me vino a la mente una palabra: “costumbre”.  Cuál es realmente su significado? Qué la diferencia de los hábitos? Realmente por costumbre llegamos a querer a alguien?  La costumbre mata nuestros verdaderos sentimientos? ….Y esta mañana me desperté con esa inquietud, así que tempranito entre contenedores y órdenes de compra me puse a investigar al respecto… Las definiciones que encontré no fueron muy variadas y siempre mencionando la palabra habito, cuando busque esta ultima palabra, entonces aparecía la palabra costumbre… Entonces pensé será que son iguales?? Significan realmente lo mismo?

Las definiciones textuales que encontré fueron:
Costumbre: “Habito adquirido por la practica frecuente de un acto”.
Habito: “Costumbre o destreza que se adquiere por el ejercicio repetido”.

De una o otra forma mi mente se negaba a pensar que son iguales, entonces procedí a seguir una idea de mi amigo # 1: consultarle a las personas (buena idea!!)… resulto ser que encontré algunas diferencias interesantes… la primera es que la costumbre tiene mas orientación social y el hábito tiene orientación personal. La segunda diferencia fue la mas extraña, y es aquí donde digo que fue bueno lo de preguntarlo directamente, ya que la respuesta la obtuve del lenguaje del cuerpo de los entrevistados!! Pues si, cada vez que mencionaban la palabra costumbre se encogían de hombros, la mirada se volvía melancólica y la expresión de la cara reflejaba aburrimiento y resignación L … raro verdad? Y cuando mencionaban la palabra hábito entonces la expresión daba un giro completo!! Sonreían, hablaban mas animados, incluso aquellos que sabían que tenían un mal hábito como fumar lo admitían sin preocupación alguna mencionando que no era algo bueno pero que igual lo disfrutabanJ

Entonces surgieron mas interrogantes en mi cabeza: la costumbre es mala y el habito es bueno? Si la primera es un comportamiento social o impuesto por la sociedad, es ésta la que fija el curso de nuestras vidas? Como por ejemplo estar acostumbrados a un empleo frustrante pero socialmente aceptable? Un gerente agobiado, estresado, sin disfrutar de su familia, pero “gerente”? … Una esposa con un marido y unos hijos que no la valoran ni la quieren pero que por costumbre se mantiene casada, porque la sociedad dice que hay que estarlo así sea infeliz? … Si la segunda es algo personal porque no decidimos cambiar los que nos hacen daño como el fumar? …Cuantos de nosotros nos atrevemos a romper los paradigmas sociales, hacer y decir los dictámenes del corazón y romper nuestras costumbres y vivir la vida?  O quienes están realmente dispuestos a asumir el reto de establecer nuevos y mejores hábitos?

Realmente no tengo todavía las respuestas a mis preguntas, pero mientras las encuentro, personalmente asumiré que el hábito nos hace ser mejor  persona y la costumbre nos estanca.   Así que en lo posible a partir de ahora tratare de sembrar en mí nuevos hábitos, aquellos que me pinten una sonrisa en mis labios y me iluminen los ojos e intentaré  desechar las costumbres que marchitan mi vida ¡!

Hasta pronto!

domingo, 6 de febrero de 2011

Amistad

Comenzaré esta entrada dando las gracias a Mace por su participación en esta aventura, una incógnita que llevamos día tras día que nos permite sensibilizarnos un poquito más de todo lo que nos rodea, sin duda la mayor motivación que tenemos es poder compartir nuestras impresiones acerca de esto, una mirada con detenimiento inclusive en los pequeños detalles de nuestras vidas.

Hace un par de días me adelantó algunos temas que quiere compartir con nosotros por este medio y la verdad es que nos mantendrá entretenidos por una buena temporada, pues nada amiga, bienvenida.

¿Y cómo es que funciona esto de la amistad? ¿Qué es lo que hace que personas que a veces parecen tener poco en común puedan sentirse tan próximos que se dejan envolver por ese sentimiento de fraternidad al que llamamos amistad? Sin duda son nuestra segunda familia, ahí están a pesar del tiempo y la distancia, son vínculos que pueden perdurar a pesar de tempestades; algunas inclusive pueden ser tan controversiales que son objeto de desaprobación de nuestra primera familia, pero al fin y al cabo son esas personas las que nos llenan un espacio que genéticamente ya les corresponde.

Acerca de las amistades, de los verdaderos amigos y amigas hay distintas opiniones. Un viejo amigo por ejemplo me decía que los únicos amigos son nuestros padres, y quizás así me levanté creyendo en eso como una regla universal. Con el tiempo me he dado cuenta que no es del todo cierto. En ese mundo que está fuera de nuestro núcleo familiar se encuentran personas maravillosas que sin importar condiciones ni defectos de ambas partes nos aceptan y aceptamos, nos complementan y complementamos, nos entienden, brindan apoyo, amor o simplemente nos escuchan cuando necesitamos sacar aquello que nos llena de tristeza o dicha.

Esto es algo que he aprendido a valorar recientemente y no culpo a nadie por ello, era apenas mi juicio al respecto, y como todo juicio sabemos que es susceptible a cambio según los años nos van pasando. Somos seres sociables por naturaleza y en cambio yo parecía ir en contra de ella. Con el tiempo me veía a mí mismo un tanto más ermitaño que mi cumpleaños anterior, pero no me lamento, ha sido una experiencia prolongada que me permitió llegar a donde estoy ahora. Inclusive de lo malo podemos ser agradecidos, en el fondo quizás nos esté indicando que necesitamos dar un giro al timón y que siempre es buen tiempo para dar ese paso, para mejorar…

A muchas personas he conocido en mi corta existencia y sin duda gran parte de ellas han dejado una huella imborrable en mí, mis amigos y amigas de hace mucho o de poco tiempo hasta el presente; sin importar el género, ni raza, religión, o condición social, a todas ellas mi más sincero y profundo agradecimiento por haber lidiado con este terremoto emocional. Cuántas facetas han sido capaces de soportar y sin embargo ahí siguen regalándome una sonrisa cuando estoy en la cúspide, o un abrazo cuando me siento desconsolado, y ni se diga de una mano cuando me he encontrado abatido y sin fuerzas.

Tiempos de cambio se avecinan justo hoy cuando regreso a mi segunda tierra luego de una corta estancia en mi tierra natal la hermosa isla de Margarita. Allí tuve la oportunidad de renacer en muchos aspectos de mi vida, y adivinen, en ese proceso muchas personas estuvieron a mi lado en la distancia y una me acompañó desde cerca mientras yo exploraba una nueva manera de ver el mundo. Amistades que dejé al venir a mi Margarita me esperan con los brazos abiertos, y en cambio amistades que me acompañaron en la isla se despidieron de mí con la esperanza de reencontrarnos próximamente, y es así como debe ser, si nos lo proponemos es posible seguir cultivando la fraternidad aunque el destino se encargue de imponer distancia física, bastará con mantener cercanía de corazón y mente.

Que maravilloso es tener la oportunidad de sumar personas a tu entorno íntimo, los que tienen la dicha de contar con al menos un buen amigo o amiga sabrán a qué me refiero. Para aquellos que sientan que eso no les va les invito a animarse, hay tanto que podemos dar y recibir que resulta una verdadera pena no vivirlo. Para mí el número no es importante, más peso le doy a la calidad de éstas. Quizás no todos pensemos de la misma manera, pero bueno de eso se trata, seguimos en la búsqueda de aquello que realmente nos hace iguales.